Dices que me quieres y me conoces,
son dos palabras tan usuales,
que ya llevadas a la practica
se vuelven de rutina e informales.
La vida es así, y me conformo,
me conformo con tan poco,
que todo lo malo para mi es bueno y hermoso;
y al correr el tiempo,
el camino se me hace menos escabroso.
Que si un día me negaste una sonrisa,
quizás mañana reciba recompensa.
Me negaste alguna vez una alegría
y diré en mi interior: "la merecía".
No porque yo de, esperare recibir,
aunque se me lastime y lacere el corazón
seguiré la lucha, pues tengo por quien vivir.
así soy yo, que quieres, soy de esa condición
!Que ironía y que contraste!
yo que recibo amor, confianza y comprensión
de mis semejantes...
tu me lo negaste y me siento tan distante.
Mas, cuando llegue mi final,
de ti depende si te portas bien o mal
entonces no sentiré, no me rebelare,
iré a donde me lleves, y ahí descansare.
Janneth Berenice Perez Lopez
02/01/2011
Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso.
0 comentarios:
Publicar un comentario