♬ γ мє oγєs đєsđє lєjos, γ мί voz иo тє тocα. ♪ ♩

Escúchame una vez mas, solo hoy, lo necesito.

Ayúdame a entender el mundo como antes, explícame las cosas como solías hacerlo, de esa manera tan afectuosa y convincente, que incluso yo, la persona de mente mas cerrada pudiese entenderlo.

Tu sabias exactamente que decir, tienes el don de la palabra, ¡eres tan sabio! Que incluso siendo solo un joven como yo (pero no tan perdido) transmites esa sensación de tranquilidad que irradias por todo tu ser. Tu sabias tranquilizarme.

Y necesito eso ahora…

Aun no se me quita mi mala, pero sobre todo extraña costumbre de hablarte cada que me siento sola, asustada, perdida o incluso feliz, te cuento todo, no me respondes, pero igual me gusta fantasear con la idea de que quizás mi voz llegue hasta ti.

 Por las noches, cuando el mundo se me viene encima, cuando el peso del día se acumula en mis hombros, cierro los ojos y en mis pensamientos te nombro, te cuento lo que me aflige, imagino que me dirías e incluso, pareciese que escucho el timbre sincero y relajante de tu voz. No recuerdo como comencé con mi manía por llamarte vía mental (¿?), solo se que se me volvió costumbre por que realmente tengo la esperanza de algún día ser escuchada por ti. Tonto, lo se, pero quien podría culparme por creer en el poder de la mente, en el poder de los deseos y sobre todo, en la fuerza de las voces inaudibles de los pensamientos.

A veces, cuando estoy a punto de dormir y te relato mi día, siento realmente como si estuviese contigo, me veo a tu lado buscando soporte, buscando estabilidad en la seguridad de tus brazos protectores y siempre, ¡siempre! Me ayudas, me relaja, me recuerda que no estoy sola… que aunque sea tengo mi imagen de ti bien guardada en mi corazón.

Como excusa, me respaldare con la idea de que, según creencias, la mente es tan poderosa que puede hacer lo que sea, ¿por que no abría de pensar en la posibilidad de skype mental?

Pero en días como hoy, que siento que llego al borde del precipicio, cuando siento plenamente el vértigo de caer y me siento tan aterrada ¡es cuando todo esto no me basta!, cuando realmente daría todo por escuchar tu voz, solo una simple contestación.

Una vez me dijiste que era difícil entenderme, y creo que fuiste benevolente conmigo, es imposible entenderme, pero igualmente comprendías mi desesperación de ser reciproca con el mundo, léase, que no logro concebir o imaginar  como funciona, solo tu sabes la magnitud de mi gran complejo por creerme venida de otra galaxia, a veces, pareciese que no hablo el mismo idioma que el resto del mundo y solo tu lograbas comprender a ambos. Incluso llegue a la conclusión que llegaste a entenderme mas de lo que yo misma me comprendo, es por eso, creo yo que tome esta costumbre tan arraigada a mi.

Hoy solo te pediré una cosa: escúchame y ayúdame a entender, dame un poco de tu serenidad de la cual carezco trágicamente y  regálame esa sensación de ser intocable, indestructible y eterna que solo en tus brazos logre encontrar.
Escúchame por favor, solo hoy.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.